martes, 29 de junio de 2010

La vida en las calles


Una pena cruel atormenta el día
con dos vanos deseos en la mente.
El miedo que aterra a toda la gente
por esas calles de la fantasía,
hundiéndolo mucho más en la humbría;
las drogas le están quitando el presente,
la justicia enfría su alma caliente
que está esparcida en una oscura ría.
Una luz negra desconsuela al fuego
que ardía incesante en la oscuridad,
que le daba en la cárcel el sosiego
que al apagarse avivó su ansiedad;
que abrío los ojos de ese pobre ciego
que en la muerte encontró la libertad.

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