viernes, 17 de junio de 2011

Duele sufrir así


Duele, como una flecha en el pecho. Duele, como una puñalada en el corazón.

Duele, como una caricia en la herida, como un desprecio, como perder la razón.

Se sufre sin destino, sin cura, sin un camino, sin ver la luz pura.

Se sufre por aquello que se quiere, se sufre, esto siempre nos hiere.

Sin remedio, sin solución, sólo un abismo sin ninguna dirección.

lunes, 23 de mayo de 2011

Hora

sábado, 26 de marzo de 2011

Miento, sufro, siento, lloro.


Miento, siento miedo en mis adentros.
Sufro, murmuro en este mundo oscuro.
Entiendo, sigo viendo mi futuro, el infierno.
Lloro, abandono mi ser, mi vida, mi todo.
Grito, escribo cada vez que me irrito.
Siento, escribo lento para sentir cada sentimiento.
Sonrío, miro el final de este sombrío camino.
Callo, hablo en silencio, paro para estar a tu lado.

viernes, 21 de enero de 2011

Llega el destino


Llega el momento en que el sueño puede con la vida,
llega el momento en que el pensamiento se pierde,
llega el momento en que lo real es abstracto,
y en ese momento sólo tu podrás luchar por cambiarlo.
Llega la luz que te guía hacia la oscuridad,
llega la distancia entre la cercanía y la distancia,
llega el día y la noche en el mismo ocaso
y entonces la luz se pierde en un tardío amanecer.
Llegan las horas, los días, los meses, los años,
los pueblos y ciudades, los países, los mundos,
todo sin poder formar parte de esta realidad,
todo sin poder compartir estos momentos con nadie.
Llega el destino del que intentamos huir,
llega sin saber dónde estaremos,
dónde vivirá nuestra alma, o si esta será la compañía
de mi destino en un desconocido nuevo mundo.
Nadie aparta el destino de quién lo posee,
nadie cambia el sino si no lo conoce,
nadie dice seré destino si mi destino se acaba,
por cada letra, frase, verso de esta poesía.

viernes, 2 de julio de 2010

Montserrat


Emperadora del valle.
Aquí la virgen descansa
sobre esta montaña mansa
para ver cada detalle
que esta sutil vista talle.
El monasterio nos muestra
la imagen de la maestra,
la señora Moreneta,
quitando la duda inquieta
dando una decisión diestra.

miércoles, 30 de junio de 2010

No hay tristeza que me pueda hundir


He esperado todo este tiempo.
He sido aquella rápida brisa.
He sido ese cálido viento
que se ha marchado muy deprisa.
He roto la barrera del amor.
He alcanzado junto a ti un gran dolor.
He superado mi temor.
Mis latidos han sido mi calor.
Tenerte sería mi deseo,
quererte es mi realidad.
No quisiera ser tu Romeo
para perder esta oportunidad.
No tendré ninguna esperanza,
planearé mi dura venganza;
contra mí lanzaré una lanza,
mi vida estará en una balanza.
Me recorre una fuerte tristeza.
En su día pudo ser alegría;
ahora no diría más que agonía
que fortalece mi fortaleza.
Mi sueño sería morir.
¿Tiene sentido ahora vivir?
Esto no es todo, puedo reír.
No hay tristeza que me pueda hundir.
Puedo crear un nuevo presente,
recordarte en mi próximo futuro.
Sabes que haré todo por ser paciente,
hasta poder sentirme seguro.

Mi verdad


Tú eres el sueño que quise tener,
eres la luz que evita mi perecer,
que provoca una reacción
dentro de mi corazón.
Eres el latido que perdura.
Eres la flor que cautiva,
que tiene un alma pura.
Eres la belleza relativa
que ensalza tu dulzura.
Eres la voz expresiva
que a esta tristeza mía cura.
¿Qué será este sentimiento?
¿Será el desconcierto de saber
que nunca me vas a querer?
¿Porqué este sufrimiento?
Ahora siento lo que nunca sentí.
Ahora entiendo porqué te conocí.
Ahora quisiera ser el viento
para poder huir de este cuento.
Quisiera ser esta poesía
para poderte conquistar.
Quisiera ser una bahía
para poderte enamorar.
En este mar oscuro
me sentiré seguro.
Mis ojos serán la tormenta
que irá a desembocar
a la fuente sedienta
salada como el mar.
Mis lágrimas el torrente
que hará frente al destino.
Mi mente será consciente
de que ha sido en vano este camino.

martes, 29 de junio de 2010

La otra oportunidad


Vivía bajo un oscuro disfraz,
sin haber probado el agrio sabor
que en mí dejaría este cruel amor;
no sabía que era perder la paz.
Era joven, me sentía incapaz
de poder afrontar este dolor,
de reparar este nocivo error,
de ser una eficaz ave rapaz.
Que por el miedo a saber la verdad
fui cobarde por no querer vivir,
al sentirme solo en mi soledad
sin nadie al que haber podido acudir.
Ahora, en esta otra oportunidad,
seré fuerte y lucharé sin sufrir.

La vida en las calles


Una pena cruel atormenta el día
con dos vanos deseos en la mente.
El miedo que aterra a toda la gente
por esas calles de la fantasía,
hundiéndolo mucho más en la humbría;
las drogas le están quitando el presente,
la justicia enfría su alma caliente
que está esparcida en una oscura ría.
Una luz negra desconsuela al fuego
que ardía incesante en la oscuridad,
que le daba en la cárcel el sosiego
que al apagarse avivó su ansiedad;
que abrío los ojos de ese pobre ciego
que en la muerte encontró la libertad.

El rocío de mi fugaz amanecer


Recuerdo ese triste día
con el deseo de olvidar,
con esta fuerte agonía
sin poder parar de pensar.
Si esta llama me dejara
huiría sin mirar atrás;
si mi amor yo te negar,
cada vez te querría más.
No lo puedo comprender,
ahora me siento vacío,
ahora puedo querer
pero siento un escalofrío.
Ayer me pudiste amar,
pero ahora yo no te amaría.
Ahora podrás pensar,
pero ya no te esperaría.
Ya no me interesarás,
dejaste que todo pasara,
en mi mente no estarás,
nunca me miraste a la cara.
¿Este sueño ha sido mío?
¿Será la historia de mi ser?
¿Habrá sido este el rocío
de mi fugaz amanecer?